jueves, 17 de junio de 2010

Explicaciones un tanto... 'atroces' (:


Primer acto:

aaaaaaahhhhhh

Segundo acto:

¡¡¡aaaaaaahhhhhh!!!

Tercer acto:

no entiendo muchas cosas.

---

Hace ya mucho tiempo que tenía ganas de escribir, pero distintos motivos (menos de entusiasmo), hacían que dejara el asunto de mis escritos de lado (no menos importante, ya que es el único medio más próximo a mis pensamiento que poseo).

Ignacio, mi amigo desde que tengo uso de razón (niños)... mi hermano, es una persona de quien he aprendido mucho. Diría que demasiado. Que no se malinterprete con que mis otros amigos (pocos) no me han dejado enseñanzas, pero éste individuo en particular, ha tenido una forma de vivir y ver la vida que me dejan a veces, sin palabras. Sus cuentos y sus historias en su blogger, son formas de expresarse y dar a conocer en la dicha o amargura en la que puede estar, así como también, sus pensamientos me los entrega con puntos de vista menos lógicos y más... sentimentales.

Llego a este criterio, ya que incontadas veces he tenido que estar en una escena donde la razón debe hacerse cargo de hechos y la parte emotiva, queda retirada a siglos de años atrás.
La experiencia, ha sido la causante de que, hoy por hoy, mi inclinación hacia el no querer ser abrazada, mimada o como se llame, pase a un segundo plano. Entrar en esa confianza de afecto, me cuesta, muchísimo. Sin embargo, las facetas de simpatía (a veces, gracias) y sonrisas varias, hacen que esta parte de mi quede bajo mil capas, pudiendome desligar de aquellas situaciones emocionales-afectivas sin mayor esfuerzo.

Todos sabemos, o al menos así espero, que cada persona en nuestra vida (o energía, dependiendo del grado de aceptación de nuestra realidad) marca una etapa por más mínima que sea: Inscribe en tu registro de memoria colectiva un péndulo de oscilaciones que más temprano que tarde, logras comprender para qué motivos fueron dispuestas en tu trayectoria y así, formar ese puzzle de conectividades que hacen que cada movimiento y circunstancia, se haga perfecta para el equilibrio de tu vida.
Podría hablar de un sinnúmero de personas que han hecho de mi un laberinto de emociones buenas y otras no tanto. No obstante, considerando el paso de aquellos en mi camino, puedo decir que las enseñanzas marcan madurez y lecciones que son necesarias vivir.

He tenido la oportunidad de saber, relativamente, cuales son los pensamientos de personas importantes en mi vida, acerca del cariño, del afecto... de cómo viven cada sentimiento y de que forma lo llevan a cabo, cómo lo experimentan. Hay quienes lo viven de manera intensa, apasionada... incluso con grados de obsesión que los introducen, según mi parecer, a estados un poco absurdos de razón que obligan a sus cercanos (indirectamente) a involucrarse en sus mentes intrincadas de 'amor'. Otros, toman este tema idílicamente, como si la perfección estuviera y la idealización se haciera parte importante de los actos realizados. Y aquellos, donde la lógica se hace cargo sin espacio para remordimientos ni disculpas, simplemente es o no es, sin alguna escala de matices.
Pero, pese a todo lo dicho, me interrogo para decir qué es lo que creo yo al respecto. ¿Qué emociones pasan por mi cabeza y espíritu?. Y aquí, entramos en problemas...

Me complican los procesos y eso, es algo que Ignacio (chicken) me ha criticado siempre. ¿En que sentido?, en el sentido de sólo dejar aceptar las situaciones, dejarme llevar y evitar tanta contemplación lógica que hace que, muchas veces, me sienta un poco frustrada al no entender las cosas como suelo hacerlo.
Los 'escudos' o barreras que he impuesto desde que soy niña, han sido mi herramienta fundamental para evitar acercamientos, contactos físicos, cariños o la entrega hacia alguien (probablemente, para no inmiscuirme en asuntos que van más allá de mi entender). Sin embargo, me digno ahora a escribir, porque de una 'nada' surge algo. De un tiempo no concebido conozco a alguien que, por primera vez, es capaz de hacerme sentir lo que es 'magia infinita'. No hablo de enamoramientos pasajeros donde la parte física es la principal protagonista, sino que hablo de química natural... de esa conexión que rara vez puedes hallar y la encuentras, posiblemente, en esos amigos del alma.


(Primera vez que hablo tan abiertamente y, con nombres incluidos... así queee, en verdad esto es más que significativo para mi).

Mi primera pareja, época de colegio, marcó una etapa importante de creatividad, sonrisas, buenos momentos y proyecciones. Arturo, formó una especie de primera escala de 'medición', donde las alegrías debían estar presentes, la espontaneidad y la lealtad.
Juan Pablo, mi segunda pareja... fue un tanto... mmm... pongámoslo así: aprendí que la compasión o el apoyo que deseas entregar, no puede formar ser argumento para estar con alguien. Supe que las decisiones en base a sólo otorgar confianza y estabilidad a otra persona, no pueden hacerte perder tu horizonte: comprendí que bastaba ser una amiga sin tener la necesidad de darle mi compromiso... hubiese evitado tantas excusas, pero quizás no me hubiese hecho mas astuta (jajaja... que cruel).
Andreas, mi tercera pareja, dejó una marca importantísima de valores y sentimientos, de una entrega ilimitada y de un cansancio mental inmenso. Las entregas, se hacen más valiosas cuando las aristas de individualidad se hacen claras y tangibles. Es decir, saber hasta donde llegar para que la otra parte de la relación pueda continuar sin su ayuda, siendo autosuficiente emocionalmente. Quizás, pasa por un tema de madurez en donde el amor hacia el otro, se hace más fuerte para continuar y seguir adelante. En Andreas, vi el tener la valentía y disposición de entrega, pero también vi faltas de compromiso con su propio ser... como si la vida fuera un torbellino de complejas ramificaciones y que en verdad, sólo había que seguir diversos caminos alternativos y paralelos para llegar a un estado de equilibrio justo, para llegar a una integración de la mente y el espíritu, de la emoción y de lo físico.

Y dejando un párrafo separado, Xavier. No hubo tiempos, no hubo espacio para los 'peros'. No tuve tiempo de análisis, de procesos engorrosos ni de historias amorosas. No viví periodos de 'no puedo verte, estoy ocupado' ni tampoco de acosos obsesivos a mi celular, facebook o msn. Simplemente vino por el camino correcto, en la frecuencia indicada y sin previo aviso. Llegó y me abrió los ojos (sin querer quizás) de que los imposibles no existen, de que los escudos se desarman como torres de naipes, que los conocimientos se dan con el 'tiempo' y que las excusas están demás. Una mezcla extraña de lógicas, de cariños y de sueños que nacen repentinamente para ser concretados en la medida que ambos estemos en la disposición de 'crear'. Xavier, literalmente, desmontó una faceta de frialdad y/o desinterés en cosa de momentos, haciendome una vulnerable con experiencias de tragos dulces y amargos... haciendome ver, una vez más, que lo 'imaginario' está en un alcance de la mano para transformarse en una 'realidad' que sólo nosotros somos capaces de hacerla 'realidad'.

p.d: Atroz... el atroz de Xavier me ha criticado recién de la falta de atención por estar escribiendo estas maravillas en mi rincón!!! (: