sábado, 10 de julio de 2010

... y grité mi grito ahogado


La felicidad, alguna vez, la mencioné como una dicha que todos podemos alcanzar a ver y sentir... que el camino para llegar a tenerla una y otra vez se conoce, ya que nosotros recorremos esa trayectoria que nos inunda de armonía, equilibrio y el sentimiento perfecto de bienestar.

Sin embargo, creer que se tiene la felicidad completa es casi permanecer en un constante sueño inalcanzable. Los 'peros' de diversas situaciones nos opacan en aquella sincronización de estares apacibles y nos envuelven con una capa finísima de malestar, pasando uno a ser el protagonista de un grito ahogado que, a veces, ni nos percatamos que existe dentro de nuestra alma.

Me gustaría decir al mundo (y a mi por sobretodo) que el tiempo es el mejor amigo que tenemos. Que tal como sabemos, es una "eternidad cuantificada" segmentada por nosotros en segundos, días, meses, años... que lo que llamamos tiempo lineal es sólo un reflejo de como percibimos el cambio y que cada uno de nosotros habita una realidad que se encuentra más allá de toda alteración, sin que lo sepan ninguno de nuestros sentidos. No obstante, me cuesta (hoy por hoy) entender estos conceptos tan sabidos por mi y se mezclan estos conocimientos con una serie de contradicciones personales-humanas-caprichosas que me dejan... triste.

Quiero, en estos momentos, que el tiempo se convierta en un abrir y cerrar de ojos para el cambio que necesito, urgente. Quiero entender que la voluntad es capaz de mover el universo en el que vivo y obtener así, la tranquilidad existencial que me hace falta.
Sé bien que el deseo, es un sin fin de elecciones que el cuerpo toma en sentido y dirección, toma velocidad y ello implica inercia: el deseo necesita energía. La voluntad, en cambio, indica la variación del deseo, donde sencillamente entre más desees variar el DESEO más voluntad es necesaria. La Inteligencia, es el factor proporcional de Fuerza de voluntad y variación del Deseo que ésta produce en el cuerpo. Sin embargo, El amor tiene el gran secreto: La gravedad vencida, la manipulación del espacio-tiempo, de justicia, de kairós, del MOMENTO PRECISO.

Quiero entender, en base a estas fuertes palabras, que tengo las herramientas para saber esperar en una burbuja que se mueve constantemente en un espacio que crea las soluciones (y no necesito saber el cómo o cuándo) para salir adelante una vez más. Sólo sé que grité un grito ahogado y sólo pocos escucharon... sólo sé que quien sintió esa pena podrá saber cómo transmitirme la energía necesaria para no caer, para no aislarme, para no llorar a solas, para no creer que la vida se me va entre las manos mirándola lentamente sin vuelta atrás.