domingo, 6 de diciembre de 2009

La ciudad de los ciudadanos: el espacio público como medio de expresión colectivo


En los últimos años se ha planteado con frecuencia, acerca del carácter actual de los espacios públicos, su significación, su estado de degradación y sus cambios permanentes, situación de la cual no podríamos hablar sin tomar en cuenta a la ciudad misma en toda su dimensión puesto que el espacio público es inherente a la concepción misma de la ciudad.
De hecho, todo el entorno y movimiento urbano que se vive en la ciudad, es el mismo percibido desde sus espacios públicos los cuales son, en parte, una consecuencia del escenario urbano que los identifica y contiene. No olvidemos que la ciudad, como hecho colectivo, es el lugar por excelencia de intercambio y encuentro de los individuos en sus espacios públicos (particularmente), los cuales comenzaron a materializarse y modificarse desde los inicios de los procesos de socialización del hombre y la especialización progresiva del trabajo a lo largo de la historia.
Tal como mencioné, el paisaje urbano se origina como un efecto-causa de la relación hombre-cultura en un ambiente natural dado y es percibido, como una manifestación de valores comunes a un grupo humano dentro de una concepción temporal y espacial que involucra forma y función del entorno que habita.
Por lo tanto, entenderíamos al paisaje urbano como aquel que alude al paisaje de las ciudades, y dentro de estas, a los espacios abiertos públicos y los elementos que los conforman. Es así como estos espacios, corresponden a los lugares donde las personas se relacionan y ejecutan diversos actos propios del ciudadano. Es decir, son los espacios de encuentro y participación de la vida comunal del entorno reconocido como ciudad.

Ahora bien. La interpretación de la ciudad por parte del individuo que habita en ella, corresponde a los escenarios espontáneos. Esto es, necesariamente, el pensamiento colectivo que se expresa en actos individuales y que son abordados por los diversos rincones y espacios que conforman la ciudad.
De esta forma, la manifestación de cada persona, se ve reflejada a través se sus actos en algún espacio público que la ciudad dispone para garantizar, en alguna medida, una cualidad integradora de un proyecto urbano. Es decir, un potencial relacional que debe ser evidentemente confirmado por el diseño y luego verificado y desarrollado por el uso.
Por lo tanto, según lo dicho anteriormente, el escenario espontáneo es aquel espacio público que se expresa en un ámbito contextual no específico (cualquier lugar inmerso en la ciudad), pero que se configura de elementos urbanos que llevan a la expresión individual de un lugar en particular. Esto es, la configuración de los espacios a partir de fragmentos urbanos que responden al desafío de articular la imagen de barrio-ciudad con el mismo habitante del lugar.
De la misma manera que la ciudad posee diversos rincones de expresión arquitectónica, existen distintos modos de observar y albergar la arquitectura que se entrega a la ciudad, o sea, al propio habitante. Así, podemos plantear que estos espacios, de índole “natural”, pueden acoger a variados usuarios que manifiestan sus necesidades a través de una expresión social y cultural. Es decir, este desarrollo espontáneo y necesario del ciudadano, logra transmitirle a los espacios un carácter único y puntual, el cual se comprende como diferentes movimientos sociales que comparten una partitura en común: la ciudad.
Anteriormente, se hace mención a que el escenario espontáneo es aquel espacio (no específico) que la ciudad otorga al ciudadano; Es un lugar que responde a las necesidades o inquietudes de una persona, la cual brinda al entorno inmediato, un carácter único y formal. Obviamente, este panorama, no necesariamente, puede compartir el mismo sentido, visual y categórico, para otro individuo que habita la ciudad.
La forma de identificar o reconocer un escenario de características espontáneas, es a través de una observación más detallista de los espacios que vivimos. Es decir, tomar en cuenta la funcionalidad que los espacios nos otorgan y a partir de eso, asumir ciertas condiciones que van adjuntas a la función que se entrega.
Para ser más claros, estos “parámetros” asumidos por el hombre, son el resultado de una práctica ancestral de usos específicos ejercidos sobre un territorio determinado, y que corresponden a una organización espacial relacionada con una serie de costumbres sociales, mentales y técnicas. Por lo tanto, las huellas ya infundadas por el hombre a través de la historia nos hacen referencia a los modos de utilizar elementos y espacios arquitectónicos dispuestos en nuestro ambiente.
Claramente, estas condiciones se convierten, con el tiempo, en tipologías que pueden ser reconocidas por sus envolventes culturales y sociales de grupos de personas que moldean y habitan la ciudad.
Por lo tanto, los actos espontáneos, serán aquellos que podamos identificar con una sutil muestra de “irregularidad” visual en un espacio o mejor dicho, la utilización no planificada de un lugar determinado. Es una situación no esperada del individuo ante su entorno; una manera personalizada de utilizar y dar carácter al lugar que nos rodea.
Por estos motivos, las creencias de formas estandarizadas de usos de los espacios, se convierten en meros parámetros posibles a seguir, pero no entran en las reglas individuales del ciudadano, quien observa, piensa y actúa de la forma más inesperada (muchas veces) ante su espacio directo.


Ya mencionado el significado de los escenarios espontáneos y los actos que por efecto natural se ejercen en esos espacios, haré referencia a los factores directos que configuran nuestro sistema de actos espontáneos.
Estos elementos corresponden a las dos caras de la moneda que la ciudad integra. Es decir, el proyectista y el intérprete-ciudadano.
Por un lado, el proyectista es aquel protagonista que modela los espacios de la ciudad y logra componer una pauta con distintos elementos de arquitectura urbana. Es aquel individuo que logra compenetrar, por lo general, en el real sentido de estética y funcionalidad que los espacios urbanos otorgan al ciudadano común.
El proyectista, quien se reconoce por entregar la oferta ante una demanda urbana, plantea elementos arquitectónicos que desarrollan un entorno en la ciudad; Logra poner en juego una serie de estándares de confort que incitan a la utilización, determinada muchas veces, de los espacios mencionados.
Así es como reconocemos a una de las partes que componen nuestra partitura urbana, la cual nos moldea de la mejor forma posible (generalizando), los ejes, intersecciones, uniones y límites entre espacios, además de la propia idealización de un entorno que merece ser habitado.
Ahora bien. Entendiendo uno de nuestros protagonistas en este sistema de actos espontáneos, se integra indiscutiblemente el intérprete ciudadano.
Este individuo, pasa a ser el co-protagonista de la ciudad. Es aquel encargado de leer la pauta que el proyectista desarrolló y darle una “melodía” única e individualizada a la partitura, o sea, a la misma ciudad.
Evidentemente, estamos sobre la base de que cada persona es única e irrepetible, por lo que su forma de interpretar su realidad, es totalmente personalizada.
El hombre, de principios de la historia, logra hacerse cargo de su entorno y responde a sus necesidades de acuerdo a sus propios parámetros de confort y satisfacción individual, por lo que su espacio habitable se compone de elementos simples y/o complejos que hacen de él un lugar que se decodifica personalmente.
La lectura de los espacios urbanos, responde al propio entendimiento del ciudadano ante su entorno. Esto es, el carácter único que cada persona es capaz de otorgar a su ambiente inmediato; Se habla de una apropiación del lugar a partir de la forma de cualificar el ambiente y entregarle un uso personal fuera de los estándares funcionales que, supuestamente, los espacios se ven condicionados.
Por lo tanto, estas interpretaciones se manifiestan de acuerdo a los actos individuales del usuario y que encadena, irremediablemente, una situación colectiva de lógica espontánea.



sábado, 24 de octubre de 2009

un poco de esto, de lo otro y de eso también...


Hace no mas de dos horas, necesitaba escribir algo, pero no tenía claro que era en verdad lo que quería escribir ( una sensación extraña de saber algo, pero estaba el título y menos las palabras, me explico? ). En fin... consulté a mi "gurú de las montañas" para ver si podía darme una respuesta. Obviamente, sabía que él podía ayudarme, ya que su mentalidad a veces es tan retorcida como la mía ( tal para cual ). Así fue como me aclaré y puse varias cartas sobre la mesa... jugué con palabras, frases llamativas y toques de locura para hacer coincidir un texto atractivo.

La ciencia nos dice que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. La energía cuántica es una oportunidad que tiene el hombre para abrir la mente a otros campos de estudios mas sutiles, evolucionando con la ciencia y expandiendo fronteras de conciencia para ver distintos puntos de vista de lo que nos rodea, lo que sucede y, las causas y efectos de todos los pensamientos y actos.

La mente y el cuerpo son inseparablemente "uno", el cual es "separado" por las ideas, pensamientos y deseos y, nuestro cuerpo como tal. Sin embargo, en un conocimiento más profundo estas dos corrientes se sumergen en un plano creativo... una fuente desde donde debemos vivir. De hecho, las creencias, pensamientos y emociones crean las reacciones químicas que sostienen la vida de cada célula... son los coeficientes que dan de producto la bioquímica del cuerpo ( una célula vieja es el producto final de la conciencia que ha "olvidado" renovarse ).
Es así, como a partir de las diferencias entre las personas, independientes y separadas unas de otras, estamos igualmente conectados a patrones de inteligencia que gobiernan un cosmos entero; nuestros cuerpos son parte de un cuerpo universal y nuestras mentes un aspecto de la mente universal.

Increíble es pensar, incluso!, en que el tiempo en sí no existe como absoluto, solamente la eternidad; el tiempo es una "eternidad cuantificada" segmentada por nosotros en segundos, días, meses, años, en fin!. Lo que llamamos tiempo lineal es sólo un reflejo de como percibimos el cambio ( si pudieramos percibir lo inmutable, el tiempo dejaría de existir tal como lo conocemos ). Con esto voy, al hecho de que cada uno de nosotros habita una realidad que se encuentra más allá de todo cambio, sin que lo sepan ninguno de nuestros sentidos: existe un íntimo núcleo de ser un cambio de inmutabilidad que crea la personalidad, el yo y el cuerpo. Este ser es nuestro estado esencial, es quien realmente somos.

Ahora bien. La energía en sí, traza ciertas circunstancias y personas dentro de nuestras vidas ( rechazando a otras, claro ). Digamos que es una especie de imán: causa-efecto, pedir-recibir, "...todo lo que uno dice que no va a hacer o decir siempre te termina sucediendo , es por eso que a veces es mejor no escupir para arriba con frases deterministas" ( F.M. ). No olvidemos, también, proverbios cristianos utilizados en la vida cotidiana: "el que siembra rayos, cosechar tempestades", "ojo por ojo, diente por diente", "con la vara que mides serás medido y con ventaja" y "el que a hierro mata, a hierro muere". La ley del karma, es aquella ley qu ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa, tanto para ésta como para otras existencias ( todo el testamento que mencione anteriormente, era con el fin de aclarar mi postura acerca de lo que somos para así, poder llegar a este otro punto interesante que acabo de plantear ).
La ley del karma, de hecho, es una ley de compensación y no de castigo. Resulta difícil ignorar que en textos religiosos de las sociedades más avanzadas del mundo, se hayan ocupado de las vidas pasadas, reencarnaciones y el karma, describiendo el impacto en nuestras vidas actuales. Leí en una página, por cierto, acerca de que la reencarnación se basa primordialmente en la inmortalidad del alma humana, la cual tiene la opción de regresar e ingresar en un nuevo cuerpo para volver a experimentar. Algunos dicen que es nuestra propia esencia quien decide cuando, como y donde reencarnarnos, que elegimos exactamente aquello que necesitamos para nuestra "evolución". De acuerdo a esta teoría, cada situación de vida, cada encuentro, están regidos por la "casualidad", con el fin de resolver asuntos y/o aprender lecciones que tenemos trazadas en la vida en cuestión. El que no podamos recordar las experiencias anteriores, es importante para no interferir en las decisiones actuales y poder actuar en libre albedrío ante una circunstancia puntual. También, plantea que pertenecemos a un grupo de almas, las cuales trabajan juntas y se encuentran una y otra vez en situaciones o roles diversos ( para mi: mágico, puro y bello ). De ahí viene el hecho de que sintamos atracción o rechazo ante alguien desconocido y sin motivo aparente: una especie de percepción, en algun nivel de conciencia ( y eso se puede demostrar cientificamente ), de que existió una relación en una vida pasada.

Ahora en verdad, se plantearon muchas barajas y cada uno sabra cual tomar o dejar, obvio. Sin embargo, tengo claro que la mente, por supuesto, es consciente del origen de todo pensamiento... la que nos da la sensación del ser en nuestra vida cotidiana; el reconocimiento y comprensión de nuestro entorno; recordar hechos de nuestra existencia... en fin. La mente subconsciente es la del origen de toda fuerza, arraigada en los instintos y conociendo los deseos más elementales de los individuos, presionando para el ingreso en la existencia consciente. Es un valioso archivo de registros de experiencias, impresiones espontáneas... una fuente que nos provee de energía para tomar valor y fé en sí mismos.





domingo, 11 de octubre de 2009

un respiro... así es la vida


Estimados:

Creo que necesitaba un poco de inspiración para continuar con otra entrada. A veces, suelen pasar cosas que hacen retomar ideas de otro punto de vista y que, necesariamente, requieren de cierta reflexión.
Hoy por hoy, las preferencias cambian al igual que los cuidados. A que voy con esto, dirán...

Bueno, dentro de las exigencias personales de cada persona, se encubren metas que implican, si o si, sentimientos aferrados a una carga física que muchas veces, no valoramos. Lamentablemente, unos varios de nosotros, tendemos a diseñar una estructura de responsabilidad que pasa a llevar tu propia salud física y mental, pasando a ser esta última una consecuencia de la primera.
Basándome en mi experiencia, puedo decirles en el gravísimo error en el que caerán si no se percatan de los límites que cada organismo pueda tener. Con esto, EN NINGUN CASO, me refiero a que deben experimentar sus capacidades limítrofes para entender el cuidado que deben darle a su bienestar, me explico?. Es como si hicieramos la misma comparación con "ver para creer"... bullshit!. Simplemente deben comprender en que el ser humano, o sea tu, requiere de amor infinito! y cada estupidez que realizas en contra tuyo es pecado mortal!. No exagero, para nada, en decirles que esta entrada puede significar un llamado de advertencia para muchos... y si logro que así sea, o al menos hacerlos reflexionar, yo quedo en paz...

No les explico las tantas veces que abusé de mis capacidades físicas para lograr buenos resultados en mis proyectos laborales-universitarios y menos les explico cuantas veces cometí la estupidez de no escuchar cuando me decían: "descansa", "duerme un poco", "puedes hacerlo mañana, pero acuestate un par de horas...", "no es el fin del mundo si no lo terminas...", "es solo un ramo, no te preocupes", "eres mejor que todos los demás, no necesitas demostrar nada"... "cierra tus ojos un rato y verás que después, todo será mejor..." y les digo: que palabras más sabias!, que ciega fui y cuanto lamento no haberlas oído como correspondía... haberlas seguido por mi bien.
Me enfermé y sólo vi oscuridad. Fue ahí, recién!, cuando me di cuenta de mis límites, de mi real capacidad de cómo debo afrontar las situaciones, cualesquiera sean...

Ustedes, se han preguntado alguna vez lo importante que es respirar???, se han dado cuenta de que caminar dos pasos, implica un gasto de energía y oxígeno enorme en nuestro cuerpo???, sabían que el sólo hecho de sentarse impide que el aire se incorpore a nosotros de manera libre y fluida???... no creo y por eso, les cuento todo esto: ABRAN LOS OJOS Y REFLEXIONEN, PERO DE VERDAD.
Cada respiro, es vida. Cada paso, es saber que estas vivo y que puedes caminar... puedes caminar gracias a que puedes respirar... te das cuenta ahora?.
En el momento que logras saber cuales deberían! ser tus preferencias, tu vida da un giro inesperado y que te hace ser mejor... te hace crecer, te hace disfrutar aún más! la vida. No tengo claro por qué Dios, el Universo, lo que sea en lo que ustedes puedan aferrarse a creer, nos da una oportunidad para DEMOSTRARTE QUE NO ERES UN ESTÚPIDO Y SI ENTIENDES CUANDO TE DICEN: "PARA, REFLEXIONA Y EMPIEZA OTRA VEZ... PERO BIEN".

Mi esencia de vida, siempre se ha basado en agradecer. Sin embargo, ahora, mi agradecimiento no va enfocado en algo de la mañana, al comer o antes de dormir, sino que en cualquier momento!, a cualquier segundo, en cualquier ocasión: caminando, sacando fotos, riendo, observando... respirando. Mi sentimiento de vida personal, ahora, va enfocado en una ESENCIA BÁSICA DE SÓLO VIVIR Y SER FELIZ... SER FELIZ POR EL SÓLO HECHO DE VIVIR.


lunes, 14 de septiembre de 2009

el arte de mirar, capturar y disfrutar


Pensando en alguna entrada interesante y significativa para mi, empecé inconcientemente a hacer otras cosas... comencé a jugar con mi cámara. Me entretuve, sus buenos minutos, en modificar algunos colores, nitidez de la imagen y elección de la mejor foto. En esa entretención, supe que el tema era hablar acerca de la fotografía... de las imágenes... un gran tema.

Las últimas décadas del siglo XIX marcan el comienzo de una nueva era. Una era que se desarrolla en un contexto creciente en la tecnificación de los procesos productivos, en la cual aparecen movimientos como el Modernismo, que se desarrolla entre la introducción del motor eléctrico y la invención de la fotografía. Esta situación, en el campo de las comunicaciones, facilita una vertiginosa expansión de la producción y consumo de información. Es un arte que que se plasma en un papel y pasa a ser un excelente instrumento de documentación: es memoria y es visualización; es crónica, es reflejo de situaciones humanas y en ocasiones es poesía, luz y color, es mensaje expresivo e interpretativo.
También el gran avance tecnológico del fin de siglo XX, alcanzó e hizo evolucionar aún más esta invención, con la realización de imágenes digitales a partir de cámaras diseñadas para computadoras, sin película y que envían directamente la fotografía a los ordenadores, a cd y a internet, así como a todas sus aplicaciones derivadas.

En unas breves y simples líneas, toda cámara ( desde el modelo de bolsillo más simplificado hasta la más complicada reflex de un solo objetivo ), es básicamente un aparato hermético con un trozo de película en el fondo y un agujero enfrente para permitir la entrada de la luz. La luz, es enfocada hasta la película por un objetivo, formando una imagen de lo que está delante de la cámara. La cantidad de luz que entra en la cámara está controlada por el tamaño del agujero y la duración del tiempo en que permanece abierto. Todo lo que se añada a esta cámara básica la hará más versátil, pero no es esencial.

A partir de la fotografía, las características perceptivas experimentan una tendencia sensorial de la vista: "el ojo es más rápido captando que la mano dibujando". Desde ese momento, estamos en presencia de nuevos intereses y con paisajes superpoblados de imágenes ( todas ellas reproducibles, comercializables, virtuales, retóricas y fragmentarias ).

La mirada fotográfica, nos da la sensación que podemos atrapar el mundo entero en nuestras cabezas: un conjunto de técnicas y detalles específicos han sido creados para la captura del instante que nuestra vista se entrelaza con una escena en particular.
De todas formas, hay que considerar que en este proceso de significación hay algún grado de reducción, ya sea en aspectos de proporción, perspectiva, color, como en otros referentes al "corte" de espacio y tiempo inherentes al momento mismo del encuadre y obturación. Sin embargo, pese a esto, para pasar de lo real a la fotografía, no es necesario segmentar esa realidad en unidades diferentes del objeto cuya lectura proponen. Esto es, que la fotografía se suma a un tratamiento de la imagen por parte del creador y cuyo significado, ya sea estético o ideológico, remite una cierta cultura de la sociedad que recibe el mensaje.

La introducción total y absoluta de las imágenes fotográficas, en todas las áreas de la vida social y cultural, implica también la noción de que las imágenes no existen de forma autónoma, sino que relacionadas con todas las demás. Las imágenes fotográficas pertenecen a un entorno denso de imágenes producidas masivamente, objetos simbólicos, espectáculo y signos. Dentro de este entorno, la imagen fotográfica gana su significado por un flujo constante de entradas creativas, audaces, instantáneas y otras simplemente predispuestas a un momento. Logran así, un significado propio entre las imágenes infinitas que capta el ser humano...



sábado, 5 de septiembre de 2009

el gusto... un gran placer


En el arte de cocinar, están implicados los cinco sentidos. Es quizás el sentido del gusto el más íntimo de los cinco, siendo tradicionalmente considerado como poco adecuado para analizarlo con cierta seriedad: demasiado físico, muy particular y personal. No obstante, además de provocar placer físico, comer y beber son acciones que atesoran un valor simbólico y estético en la vida de cada individuo, e inspiran continuamente a escritores, artistas y nuevos aficionados a blogs, como yo.


No recuerdo bien donde leí que los grandes pensadores griegos clasificaron el gusto como un sentido inferior y meramente físico. Sin embargo, en las teorías estéticas modernas, encontramos conceptos de gusto estético con una percepción gustativa y visiones científicas sobre el funcionamiento real del gusto, que identifica múltiples componentes en las experiencias de este sentido. Para ser más clara, veamos los objetos del gusto: comida y bebida, observando los diferentes significados que han adoptado en la historia, arte, literatura... cultura en general, proponiendo un valor estético que reconoce un papel representativo y expresivo en la comida.

Sin ir más lejos, en el arte se incluyen obras que utilizan la comida en contextos profanos o sagrados, buscando reprimir el apetito o estimularlo, siendo esto sólo una parte de la variedad de lenguajes que ocupa la comida en las artes. En la literatura, podemos reunir narraciones de festines macabros e historias de afinidades que surgen en torno a una mesa.


El sentido del gusto, por lo tanto, es un aperitivo para todos aquellos que sientan curiosidad por conocer el verdadero significado de una experiencia tan universal como profundamente personal.

Es por esto, que surge la pregunta sobre si puedo, en mi caso, transmitirles algo tan personal como el gusto...


Bien sabemos que el número de sabores es infinito, pues cada cuerpo tiene el suyo, no pareciéndose en nada a otro. Con esto, queda planetado un problema de recepción, que adquiere un valor relativo, pero no menos sugerente. Es decir, cualquier sentencia dice mucho más de la propia persona que sobre la comida o trago que se juzga.


El gusto implica una teoría "filosófica", debido a que escapa a toda reducción y por lo tanto, a toda ciencia.


Y es así como vuelvo a hacerme otra pregunta... ¿si el gusto es tan personal y arbitrario, quien nos dice lo que es exquisito o no?... ¿en base a que autoridades se construyen estas bases delirantemente sabrosas o simplemente "atroces"?.

Miguel Brascó, cuando se dedicaba a la literatura y no a la crítica gastronómica, decía: “Ni siquiera somos hijos de las circunstancias, sino de las apariencias. Ahora, los conocedores abusan de juicios absolutos que tienden, por un lado, al reconocimiento y por otro, a la división entre las clases, pues la distinción concede valor a la exquisitez y al poder de apreciación”.


Este es un tema que, particularmente, aprendí de un gran amigo ( de esos que se encuentran en un millón ) y no de mi hermana que es chef ( irónico, no? ).

A veces basta con tener conciencia de los sabores y que es lo que te hace sonreir, para comprender sólo una parte de lo que trato de expresar. Creo que ni las recetas más exclusivas, programadas y detalladamente explicadas en libros de alta cocina, pueden satisfacer el goce íntimo que cada uno de nosotros puede sentir.

viernes, 4 de septiembre de 2009

creer o no creer... ahá!


A pesar de los discursos políticamente correctos (“dar al César lo que es del César”, etcétera), entre ciencia y religión siempre ha habido pugna.

La ciencia busca conocimiento confiable sobre el mundo; comprobable, que se acepte no por la autoridad de quien lo dice, sino por lo convincente de la evidencia y los argumentos racionales presentados. En ciencia, es fundamental entender cómo se sabe lo que se sabe.
La religión, en cambio, se basa fundamentalmente en la fe. Sobre todo las religiones teístas (que creen en un Dios personal, creador y controlador del mundo), que cuentan con revelaciones divinas en forma de libros, profetas y demás líneas de comunicación con el mandamás universal. Cualquier discusión se zanja, finalmente, recurriendo a la “palabra de dios”, en la que hay que creer por fe, sin que tenga caso cuestionar cómo se sabe lo que se sabe.
Por eso, aunque abundan los esfuerzos conciliadores (como los del papa Ratzinger, quien declara que “ciencia y religión no se contraponen” o que “la fe y la razón son amigas”, o los de un fallecido biólogo, el cual no recuerdo su nombre, quien proponía que se trataba de “ministerios separados”: mientras no invadieran sus respectivos terrenos, no habría problema), basta abordar temas donde la naturaleza humana entre en cuestión anticoncepción, aborto, eutanasia, clonación, células madre, derechos de homosexuales para que la guerra se desate.

El exámen de los usos del lenguaje nos enseña, además, que hay dos tipos básicos de acuerdo y desacuerdo: sobre los hechos o creencias y sobre las actitudes. El acuerdo o desacuerdo sobre los hechos o creencias se refiere, desde luego, a los hechos; si algo sucedió, ha sucedido, o sucederá, o no sucedió, no ha sucedido, o no sucederá; si algo es o no es; si existe o no existe; o si algo pertenece al mundo de la realidad o pertenece al mundo de la ficción. El acuerdo o desacuerdo sobre las actitudes se refiere a la valoración de los hechos en términos de estados de ánimo; si lo que sucede o no sucede, ha sucedido o no ha sucedido, nos agrada o nos desagrada; si aprobamos o censuramos que algo sea de un modo o de otro; si deseamos que algo exista o deseamos que no exista.
Pregunto: ¿Qué tipo de desacuerdo tenemos creyentes y ateos acerca de la existencia o inexistencia de Dios? ¿Es un desacuerdo de creencias y actitudes? ¿Sólo de creencias? ¿O sólo de actitudes?. Estos cuestionamientos son importantes, porque cuando la resolución de un desacuerdo es nuestra meta, debemos ante todo definir dónde o en qué radica el desacuerdo.
Precisamente los desacuerdos entre ateos y creyentes ilustran muy bien el grado en que las creencias y actitudes pueden estar enmarañadas o enzarzadas. Al parecer entre ateos y creyentes no hay un acuerdo ni siquiera sobre el tipo de desacuerdo que tenemos. Esto se debe a que los caminos de la credulidad y del ateísmo están más curvados, llenos de baches y piedras de lo que ambos, creyentes y ateos, quisiéramos suponer. Las Cruzadas es un buen ejemplo de que quienes transitan por los carriles de la credulidad tienen sus propios desacuerdos en creencias y actitudes, y pueden llegar a colisionar, a cruzarse de frente, digámoslo así, con las funestas consecuencias que todos conocemos. Los carriles de los caminos del ateísmo son al parecer más anchos ( nunca se han manchado de sangre), pero a no dudar entre los mismos ateos también existen desacuerdos de creencias y actitudes.

( Encontre por ahí trozos de pensamientos, para mi importantes, que no están demás mencionar. El primero, es una reflexión de Einstein, donde declara que el camino de la ciencia “ no es tan confortable ni tentador como el que conduce al edén religioso”, podría pensarse que incluso las mayores celebridades científicas y quienes criticaban de manera enfática la creencia en dioses, no dejan de reconocer que algo de atractivo podían tener en sí mismas esas creencias; y el segundo escrito, es de Sagan, quien llegó a manifestar que, “me gustaría creer que cuando muera seguiré viviendo, que alguna parte de mí continuará pensando. Sin embargo, a pesar de lo mucho que quisiera creerlo y de las antiguas tradiciones culturales de todo el mundo que afirman la existencia de otra vida, nada me indica que tal aseveración pueda ser algo más que un anhelo”... )

Estoy segura, queridísimo lector de mente abierta, que comprenderás la diferencia entre lo que nos gustaría creer y lo que podemos creer con seriedad. ¿Qué sería fabuloso contar con la protección de ángeles guardianes?... Pues, digamos que sí. Pero, ¿y qué con eso?. Hay situaciones donde viene al caso preguntar sobre diferencias de actitudes o preferencias, y casos donde no cabe esa posibilidad. Preguntar acerca de actitudes sobre la pena de muerte, o sobre el derecho al aborto, tiene sentido porque los mismos hechos de donde se derivan las actitudes en cuestión, son susceptibles de ser creados, modificados o eliminados por la voluntad humana. Tiene sentido preguntarnos o discutir si somos partidarios o no, del derecho al aborto, porque las respuestas o conclusiones que arrojen esos cuestionamientos pueden ser base para decidir sobre los hechos, es decir, en este caso, por ejemplo, decidir si el aborto debe ser— y en que circunstancias— legalmente prohibido o instituido. Pero puesto que los ateos afirman la inexistencia de dios, puesto que afirman que ofrecer penitencias, rezar o desear una vida en el más allá no cambia la realidad para nada, ¿qué caso tiene andar conjeturando sobre si prefieren que existan o no ángeles y dioses, sobre preferencias que no van a verse, a fin de cuentas, reflejadas en ese mundo real en que vivimos?
Por supuesto, todo esto nos conduce a más preguntas. ¿ A que se deberá que los creyentes puedan creer en lo que les gusta o les gustaría creer, y que en cambio los ateos no puedan creer sino en lo que puedan creer? ( me explico? ). La respuesta está en los hechos. Es decir, el único desacuerdo genuino entre ateos y creyentes es sobre los hechos, y en esto no hay lugar para malos entendidos: Los místicos mantienen que Dios existe realmente mientras los ateos sostienen que Dios es un ser imaginario (y bueno, estos últimos hablan de un ser que no existe, pero hablan de Dios...).

...Bueno, en realidad el tema da para muchas preguntas de las cuales demasiadas quedarían sin respuesta, creo...

En otra entrada extenderé más de lo que pienso, sin ofender ni pasar a llevar cualquiera de las dos posturas ( espero no haberlo hecho!!! )

miércoles, 2 de septiembre de 2009

las palabras, a veces, están demás...


Cuando decidí hacer este pequeño rincón, alguien me recomendó que pusiera, además de mis palabras, mi toque fotográfico. Sé bien que podría lograr una mejor toma, pero nunca el momento o el sentimiento que esta foto en particular representa para mi... simplemente es. No fui capaz de editarla y tampoco de ajustarla en alguna medida... está ahí para ser vista en toda su expresión.

Creo que uno de mis mayores karmas, ha sido el hecho de que mis ojos son muy expresivos. Así es, querido lector de paso... es un karma. Trataré de explicarme mejor.
Las personas, tienen como primer instinto confiar, creer o saber quien esta detrás de toda una masa velluda, vestida y pintada muchas veces. Es ahí cuando la única puerta a nuestros sentimientos, se abre y se deja ver con un choque directo a tu mirada. Es en ese instante cuando sabes a ciencia cierta con que ( o quien ) te enfrentarás, y lo digo en el sentido que más allá de encontrar unos ojos maravillosos, puedes ver una máscara que es fácil de sacar... me explico?.

Nuestros ojos son capaces de mostrar tu interior, quieras o no. Son capaces de ser una ventana a tu alma, y no así ( necesariamente ), un nuevo dialecto para comunicarte.
Para mi, este medio de comunicación es algo casi inevitable. Es un karma que puede destruir mis refuerzos ante una debilidad... puede lograr hacerme caer. Es un arma de doble filo si has sido TU quien ha podido entrar en mi mundo. TU y mis ojos, logran ser uno... sea para bien o mal.

Lamentablemente, no elegí tener este lenguaje... un idioma enredado, duro, frío en ocasiones, honesto, tierno y único. Son unos ojos grandes que logran atraer miradas, sonrisas, cuidados, temores y dolor. No es una sola faceta, sino dos caras que no controlo. Es mi ventana... es mi vida que muestro en un abrir y cerrar de ojos...


lunes, 31 de agosto de 2009

tras las grandes máscaras, se ocultan los peores actores...


En el mundo en que vivimos se ha sobrevalorado la inteligencia racional o intelecto, con el consecuente descuido de la parte afectiva. No se ha dado la misma importancia al conocimiento de los sentimientos, emociones y pasiones...

Con razón se dice que "en esencia, todas las emociones son impulsos para actuar"...es de ahí, que en muchas ocasiones, las emociones avasallan el intelecto aplastando la razón.
Es un hecho...y un millón de veces me lo ha dicho mi papá, que personas más estables emocionalmente, son capaces de poner orden en su vida afectiva lo que lleva a tener mejores relaciones interpersonales, productividad en el trabajo, más capacidad de automotivarse y obviamente, más perseverancia en sus objetivos. No obstante, muchas veces se piensa que este equilibrio emocional es cuestión de temperamento y no de esfuerzo personal...pero no!!!...el trabajo sobre sí mismo es mucho mas arduo que cualquier cosa que pudieramos realizar en nuestra vida cotidiana.

Un libro que me hizo leer (vuelvo a referirme a mi querido viejo, que cada vez que lo veo, me impregna de una mentalidad basada en la inteligencia emocional... uff!) y que algo recuerdo, estaba fundado en la introspección, en encausar los pensamientos... en la "Observación de Sí", siendo este medio el más eficaz para lograr el equilibrio emocional.

Ahora bien, sabiendo todo esto, debo confesar que me niego (todavía no sé si conciente o inconcientemente) a la posibilidad de un crecimiento interno que me llevaría a la realización íntegra como persona. A ese desarrollo de aceptación de ciertas emociones que, muchas veces, colocan la gran llamada "Máscara" y encubren sutilmente una faceta de debilidad, angustia o, en resumidas cuentas, de vulnerabilidad...

¿Qué hacer?: ...enfrentarlas
¿Cómo?: quizás, venciendo el miedo a que te conozcan o simplemente, teniendo coraje...

"Nuestras vidas mejoran cuando nos arriesgamos, y el primer y mayor riesgo que debemos tomar es ser honestos con nosotros mismos"
W.Anderson

domingo, 30 de agosto de 2009

por dónde empezamos... ( ? )



No es tan lógico hablar de comenzar por el principio, porque más que mal, a partir de un resultado obtienes conclusiones y llegas al inicio de la cuestión...

Empezaré este blog con un simple y complejo pensamiento que es complicado no expresar ahora: la confusión.
No tengo claro ( ya hay confusión! ) hasta que punto una persona puede ser totalmente fría y calculadora o bien, sentimental y apasionada. Pasan a ser polos que en cierto momento se unen y crean la famosa "confusión".

Muchas veces, lograr entender actitudes y decisiones, pasan a ser un problema que en verdad... es preferible no entender, sólo aceptar. El tiempo es el encargado principal en decirnos si estuvo bien lo que se hizo o, simplemente fue un error... es una cuestión de dejar fluir...
Cometí la equivocación, en varias ocasiones, de tratar en comprender pensamientos que sólo me llevaban a enredarme una eternidad!, sin siquiera analizar el sólo hecho de que por ser personas únicas y distintas, entras en un mundo de ideas confusas-diferentes y sexuadas ( hombre-mujer, vista-oido, querer-pensar ).

La experiencia, claramente, es el medio preciso para convencerte de esta situación, un tanto extraña y complicada, pero que en el tiempo de cada uno, es simple y pura.

Entiendo la opción de algunos, en querer abstraerse de las ideas de quienes los rodean, ser indiferentes... asunto totalmente válido. Sin embargo, si creo necesario tomar en cuenta el por qué de las decisiones, no con el fin de enredarte!, sino para ser más asertivos en las soluciones que se deberían tomar al momento de escuchar una determinación...

Es aquí cuando entra mi gran confusión: las personas.
Me cuesta creer en ellas, pero no puedo evitar confiar cuando ves que valen la pena... una confianza que te lleva a tratar de hacer las cosas bien y, estúpidamente, intentas entender cosas para seguir bien. Caí en el error de lograr justificar decisiones, dar mil vueltas en mi cabeza de situaciones que no entendía y que sólo provocaban más daño, preguntar una y otra vez de algo hablado... pufff!. Cometemos equivocaciones sin intención... o quizás, no son equivocaciones y sólo intenciones que no fueron bien comprendidas.

No creo en la maldad de las personas, pero si en los actos con intención y eso hace una diferencia. La maldad no considera ni respeta... los actos consideran y no respetan. Los últimos poseen una intención que tiene una idea o decisión de por medio que concretan, pero es una determinación fría y calculadora... sentimental y apasionada: una simple mezcla de coeficientes que llegan a un producto confuso que sólo puede entenderse con el tiempo... o no?.